07/06/2020

ENTREVISTA A EDU ALVIRA

EDU ALVIRA   “en una profesión como esta, si no puedes transmitir todo lo que tienes dentro, lo más justo para tus jugadores es que te vayas y que venga otro.”

 

Tuvimos que terminar la temporada 2019-2020 de una manera inesperada por la aparición de la pandemia del coronavirus. Son muchos los eventos, torneos, partidos, y otras vivencias deportivas que no hemos podido realizar, pero nuestro esfuerzo individual y colectivo estaba centrado en recuperar la tan ansiada normalidad.

La Sección reconoce todo el esfuerzo realizado por todos los integrantes de la familia del baloncesto, familias, jugadores y entrenadores. Y si hablamos de entrenadores vinculados a este Club, tenemos que hablar de Eduardo Alvira con el que queremos con esta entrevista, darle el espacio que se merece ante su descanso temporal de las pistas de baloncesto para la siguiente temporada

-- Edu, tenemos que reconocer que la tarde que nos juntamos y nos explicaste que había llegado el momento de descansar temporalmente de las pistas de entreno no dejaste sin palabras.  ¿Cuéntanos  algunos de los detalles de dicha decisión?

Hace un tiempo creía que jamás dejaría de entrenar, pero tras 12 fantásticos años he decidido parar. La decisión la tomé cuando me di cuenta que había dejado de disfrutar entrenando. Cuando no eres feliz en una profesión como esta, no puedes transmitir todo lo que tienes dentro y lo más justo para tus jugadores es que te vayas y que venga otro.

-- Empezaremos por el inicio. ¿Cuál ha sido tu trayectoria deportiva en este club, y cuando te lanzaste a ser entrenador?

Empecé en la escuela de la sección de Fútbol. Fui portero durante unos siete años (Era buenísimo por cierto jejeje), y lo compaginaba con clases de tenis y en ocasiones con natación. Durante los veranos siempre acudía a los campus de baloncesto del Olivar, y acabé enamorándome de este deporte. Mi trayectoria comenzó de jugador a los trece años, y a los dieciocho años empecé a entrenar. Chicho pensó que sería buena idea que dejara de jugar de una vez y que me dedicara a entrenar. (Aunque solo le hice caso en lo segundo jajaja). Mi época de aprendizaje la viví con mi buen amigo Ángel Rovira, que me hizo cambiar totalmente mi visión del baloncesto. Me enamoró su manera de ver el deporte de formación y así es como terminé por engancharme. Cada momento que recuerdo en este club ha sido entrenando junto a él, y teniendo interminables debates de cómo podríamos mejorar.

-- ¿Que ha significado El Olivar para ti durante todos estos años?

El E.M El Olivar ha sido para mí el pueblo que nunca tuve, soy socio desde que nací. Me ha brindado la oportunidad de disfrutar de momentos únicos y de amistades inmejorables. Aunque las instalaciones no sean las mismas que hace 30 años, la esencia sigue siendo la misma y el olor a Olivar siempre me hace sonreír. Es un sitio maravilloso.

-- ¿Qué recuerdos deportivos y extradeportivos te quedas como jugador y como entrenador?

Como jugador me quedo con mi grupo de amigos, que ahora son una familia para mí. De entrenador con la energía y la vitalidad que me han transmitido mis pequeños. Su pureza, ilusión, alegría hacen que te transformes en otro niño más y disfrutes de tu trabajo como si fuera tiempo de ocio. He tenido la suerte de compartir mi experiencia con familias que les apasiona el baloncesto tanto como a mí, y eso es un lujo.

-- Tras tantos años con nosotros, ¿cómo valoras el estado actual de la sección de Baloncesto?

La sección de baloncesto del Olivar lo ha sido todo para mí. Echaré de menos meterme en la pista de mis compañeros, tirarles los balones para fastidiarles un ejercicio super importante o robarles el material. El sentido del humor y las ganas de trabajar no faltan. Por eso creo que la sección goza de una salud excepcional. Las familias están muy involucradas con el proyecto y tenemos nuevos entrenadores jóvenes, que han estado formándose en el club durante estos últimos años.

-- Muchos niños y niñas han sido los que han pasado por tus entrenos. ¿Cuáles son los principales valores que les has transmitido a parte de la formación técnico-táctica?

Hemos intentado que desde pequeños se enganchen al baloncesto. Siempre hemos pensado que la asimilación de conceptos está ligado directamente al juego y la diversión. Por mucho que tú seas el mejor entrenador del mundo, lo importante es implicarles afectiva y emocionalmente con el baloncesto y conseguir una adherencia permanente, para que en su tiempo libre lo que quieran hacer sea tirar a canasta, practicar las fintas que han visto en la NBA, o jugar en el patio con sus amigos. Además, siempre hemos confiado en seguir un proceso a largo plazo, sin saltarnos etapas y confiando en que lo más importante es mejorar como jugadores y como equipo, de este modo dispondrán de más herramientas para afrontar futuros desafíos.

-- y con tantos años entrenando en minibasket, ¿ qué es lo que más te ha calado de nuestros peques.?

Sin duda su cariño y su dedicación. Las charlas con los Marios, la sonrisa de Juan y Samu, los abrazos de Carlitos y Malena, el inicio de Pablo y Paula, la alegría de Pilar e Irene, el carácter de Javi, Quique y Chacho, los rebotes de Dani, la dedicación de Félix, Julián y Lucas, la espontaneidad de Cequier y Elia, el descaro de Raúl y Yago….son tantos los recuerdos que me podría pasar horas así. Les doy a todos mil gracias por compartir conmigo tan buenos momentos.

-- … y permíteme la pregunta que muchos jugadores-as , entrenadores-as y familias se están haciendo en estos momentos . ¿Para cuándo la versión II de Eduardo Alvira en pistas?

Nunca se sabe, de momento he conseguido poder vivir de lo más parecido a entrenar a baloncesto que conozco. Ser profesor de Educación Física me hace muy feliz, es el mejor trabajo del mundo. El problema es que como nunca he sabido hacer las cosas a medias, prefiero dedicar a mi trabajo y a mi entorno el 100%, así que cuando encuentre la fórmula para dedicar mi 100% a entrenar…...volveré.

-- Edu Alvira, esta siempre será tu casa, te esperamos con los brazos abiertos.

¡¡Muchas gracias!! Os echaré de menos, pero no os relajéis que iré a daros mal durante el año.